la cava más pequeña y personal

Pedro Montserrat i Font comenzó a elaborar cava en 1922. Siguió sus pasos y revolucionó la cava en 1940, ya bajo el nombre CONDE DE VALICOURT, su hijo Pedro Montserrat i Sardà, figura clave en la historia del cava.

 

En 1994, Martín Pedro Montserrat, nieto e hijo respectivamente, y actualmente con Alicia Segura, su mujer, tomamos el relevo generacional hasta llegar a nuestros días. Hoy, ambos nos dedicamos al apasionante oficio de elaborar cavas artesanos de calidad y darlos a conocer.

La nuestra es la cava más pequeña y personal de Sant Sadurní d’Anoia, la cuna del cava. Pertenecemos a la Denominación de Origen CAVA desde su creación. Nuestra reducida dimensión siempre nos ha permitido hacer lo que nos gusta y como nos gusta.

 

Defendemos un concepto independiente, alejado de la gran distribución, con la vista puesta en lo que hacemos y en lo que haremos, pero sin olvidarnos nunca de nuestras raíces y del respeto que nuestro oficio nos merece.

calidad por encima de cantidad

Limitar voluntaria y rigurosamente en 75.000 el número de botellas que elaboramos anualmente nos permite mantener la personalidad y la calidad constante y contrastada de nuestras botellas y ser fieles al más puro estilo tradicional artesano, lo que implica no mecanizar los procesos de removido y degüelle de las botellas, no añadir conservantes, clarificantes químicos o cualquier otro tipo de aditivo que pueda desvirtuar la calidad final de nuestros cavas, utilizar las mejores materias primas y respetar escrupulosamente los tiempos de crianza.

Actualmente, elaboramos en torno a las 50.000 botellas, por lo que todavía nos queda camino por recorrer. Por encima de 75.000 botellas, ¡ni una más!

un rara avis en el sector

En Martín Pedro confluyen 3 figuras que, habitualmente, recaen en personas diferentes: es el propietario de la cava, el enólogo y, también, el elaborador. Toda nuestra producción pasa por sus manos: desde la elaboración, a la crianza, pasando por el removido, hasta llegar al degüelle de las botellas antes de su venta. Mientras que, en Alicia, recaen la imagen, comunicación y ventas nacionales e internacionales, tanto para clientes particulares como profesionales.

No tenemos empleados. Sí, habéis leído bien. ¡Todo queda en casa!

nuestros puntos fuertes

El nuestro no es un cava cualquiera: no utilizamos clarificantes químicos, seguimos removiendo a mano, no congelamos el cuello de la botella para el degüelle sino que degollamos en caliente, como siempre se ha hecho para respetar la calidad del cava y, muy importante, no trabajamos con stock sino que degollamos al momento, conforme nos van llegando pedidos.

 

Es decir, nuestros cavas no están durante meses en nuestro almacén con el tapón de corcho y a la espera de ser vendidos, sino que llegan al cliente con el tapón de corcho recién puesto; es decir, con el máximo plazo de caducidad.

Por ese motivo, nuestros clientes no se ven forzados a consumir el cava apresuradamente para que no se estropee, ya que la calidad y frescura de nuestros tapones de corcho garantizan que el cava se conservará en óptimas condiciones durante, al menos, 12 meses.

 

Un dato a tener en cuenta: ninguno de nuestros brut nature lleva azúcar añadido después del degüelle, contienen menos calorías y los diabéticos pueden consumirlos con moderación. Cavas en estado puro. Y, finalmente, el cliente trata directamente con nosotros, los propietarios de la cava, por lo que la relación es muy directa y próxima.